jueves, 30 de agosto de 2007

Sigo vivo, ¿eh?

Hace 5 minutos me acordé que, en algún momento de mi vida, yo tenía un blog. Mira por donde, sigue aqui!


Síii... hace eones que no escribo. Pero es la pega de estar trabajando: la mayoría de las veces no tengo tiempo de ponerme a escribir, y las veces que tengo tiempo, no tengo ganas. Soy un vago trabajador...

Desde que empecé a trabajar, con eso de que me tengo que levantar a las 5.30AM para comprobar que realmente las calles estan puestas a esa hora y viajar a Córdoba city, me he viciado a un programa de Radio5: El hábitat del unicornio, por Luis Muiño. Muy muy recomendable. Además, Luis Muiño tiene un blog homónimo aquí.

Levantarse a las 5.30AM es un puto coñazo desafío... pero por fin empiezo a ver la luz al final del túnel: ¡el día 1 de septiembre entro en el piso! Me voy con JGF y otros dos chavales a los que aún no conozco.

Incertidumbre nº 1: Los compañeros. Vamos a ver que tal son estos dos tios. Según me ha comentado JGF, uno estudia ingeniería informática y es así medio heavy, y el otro... bueno, el otro trabaja en el círculo de lectores. Como se ponga a dar por culo con libritos mal nos vamos a llevar. Pero vamos a mantener la paz interior mientras tanto. [Insert white noise here].

Incertidumbre nº 2: Las habitaciones. El piso en cuestión es un precioso apartamento clásico situado en un maravilloso entorno natural... joder... ¿pero que me he fumado? El piso es un tercero viejo, sin ascensor, que esta pegando con Costasol, la plaza del pino doblao. Tiene 4 habitaciones... es decir, 3 habitaciones y un zulo que no he tenido oportunidad de ver, pero me temo lo peor. Y ahí viene el tema: imagino que habrá que sortearlas. Estoy asimilando que, con la suerte que tengo, me va a tocar vivir en el zulo. Así, si me toca, el shock no será tan grande.
Y si no me toca, monto una fiesta xD.

Incertidumbre nº 3: El despertador. Hace cosa de 2 meses que creo que mi organismo esta desarrollando defensas biológicas contra ese cacharro que todo el mundo odia llamado despertador. Ya no surte efecto. Se me cierran los oidos, y yo no lo apago, lo apaga mi subconsciente. Y cuando me despierto, me despierto a la hora que noto que empiezo a pudrirme más de lo normal. Y digo: "Pero... ¡si yo habia puesto el despertador a las 18.00!", pero no son las 18.00, que va, si ya puedo oir grillos fuera y es de noche. Así que tendré que buscar un sistema alternativo para no llegar tarde al trabajo. Tal vez el clásico despertadordecampanametidodentrodeollabajolacama funcione. O tal vez despierte a todo el mundo menos a mí, y a mi me despierten a ostias. Pero despertarme, me despierto.

En fin, a ver que pasa este sábado. Deseadme suerte.

1 comentario:

leandro_tami dijo...

Para evitar quedarme dormido, por culpa de mi reflejo instantaneo a apagar el despertador y luego seguir en la cama, lo que solía hacer hasta no hace mucho era colocarlo siempre en lugares diferentes dentro de la habitación, para tener que levantarme de la cama si o si para apagarlo cuando empezaba a sonar.
A veces me levantaba, lo apagaba, y me volvia a tirar a la cama. Entonces empece a ponerlo encima de muebles a donde solo podia acceder subiendome a una silla. Al final me curé :P